¿QUE ES LA EDUCACIÓN?

"La educación es un factor indispensable para que la humanidad pueda conseguir los ideales de paz, libertad y justicia social". Jacques Delors

domingo, 31 de marzo de 2013

INFLUENCIA DE LA EDUCACIÓN EN EL CARÁCTER


"Lo que se le dé a los niños, los niños darán a la sociedad".  Karl A. Menninger


Hay una definición de educación que a mi me parece muy completa: “ la educación es todo proceso permanente dirigido a la optimización de la persona en el ser, el conocer, el hacer y el convivir” esto es, educar es formar a un individuo de manera integral, haciéndole autónomo, único, especial, y capaz de vivir en sociedad.

En clase de pedagogía hemos estado viendo, "el eterno debate" de si "se nace o se hace" con un carácter, pienso que en la personalidad del individuo influyen dos cosas, la genética y el ambiente. Por supuesto que uno tenderá a ser más agresivo o más pasivo según su herencia, pero también, a través de la educación y el ambiente que rodea a la persona, influiremos en la formación de ese carácter, por ejemplo que auto-controle la agresividad o que, por otro lado, le de rienda suelta a la misma.
En una familia, con varios hijos, los mayores por regla general, son más responsables, se culpabilizan más ante los errores, y les cuesta expresar cuando no están conformes con algo, porque intuyen que no se les va a dar la razón. Los pequeños, son más inmaduros; al estar más “mimados” superan peor la etapa del egocentrismo, eso les llevará a frustrarse con más facilidad, entre otras cosas.
Siempre he oído decir a padres con hijos mayorcitos: “oye, los he educado igual y los mayores son… y el pequeño es…” refiriéndose a lo inmaduro, irresponsable o trasto, que es el pequeño. Y yo lanzo una pregunta para la reflexión:


"¿Educamos igual a nuestros hijos?”.
Ayer comentaba una amiga que su hija pequeña, de casi cuatro años, le decía que no quería tomar más “bibi” por la noche, que ya era mayor. Pero mi amiga le dice: “ solo por la noche, que tu eres mi bebé”. Ejemplos como este hay miles y demuestran que no educamos igual a nuestros hijos. Al mayor le exigimos más, tiene que ser más responsable, y somos menos tolerantes con sus errores (“no te da vergüenza, que tú eres el mayor” o “bájate del cacharrito que tu eres ya muy grande”). A los pequeños, en cambio, con eso de que no vamos a tener más bebes, o porque ya tenemos más experiencia y nos tomamos las cosas de otra manera, o por que estamos más cansados de luchar… les consentimos cosas, les mimamos, les tratamos como bebés (mermando así su autonomía, y por tanto su sentido de la responsabilidad y su autoestima) y se “montan en el cacharrito” hasta que ellos deciden no montarse más.

¿Qué podemos hacer desde casa? 

  1. En cuanto a los pequeños: tratar de ser objetivos, si los mayores con dos años y medio ya no tenía chupete, el pequeño no tiene porque tenerlo. Tenemos, como padres, que superar nuestra realidad de que “se nos acaba el bebé” y tratarlo como la personita que empieza a ser, fomentando su autonomía, riñéndole al más chico cuando toque… y que llore lo que quiera.
  2. En cuanto al mayor: no perder de vista que aún es un niño, la edad que tiene, y que nos necesita igual que sus hermanos. No exigirle tanto, ser comprensivo con sus errores. Hacerle responsable conforme a su edad, pero también otorgarle derechos por ser mayor (ej. si tiene deberes mientras los otros juegan, podrá acostarse 20 minutos más tarde).Si le tratamos así, también disminuirán los celos con sus hermanos.
Conclusión: Educar igual no significa aplicar las mismas estrategias educativas con los hijos. Cada uno tiene su personalidad. Pero si significa utilizar los mismos criterios, para no perjudicar a unos o a otros por el orden de nacimiento o el sexo.

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